¿Cómo utilizar el lenguaje inclusivo para una comunicación de género igualitaria?
10.06.2022.
Si crees que el lenguaje inclusivo se limita al desdoble de “miembros y miembras”, este post es para ti. Pero comencemos por el principio, ¿qué es la comunicación de género?
Consiste en utilizar un lenguaje no sexista que no discrimine a ninguno de los sexos binarios, es decir, ni hombres ni mujeres. La igualdad se consigue trabajando en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, lo que incluye el habla y la forma de expresarse. Pero este trabajo no es solo para un porcentaje pequeño de la sociedad. Las instituciones, empresas, organizaciones y los diferentes estamentos sociales deben comprometerse a identificar el problema y a solucionarlo de manera conjunta.
Lo cierto es que la idea de un lenguaje más apropiado nace en los años 70, de la mano de las oleadas feministas de la década. Actualmente sigue siendo rechazado por la Real Academia de la lengua Española (RAE) la necesidad del desdoblamiento o la utilización de expresiones inclusivas. Sigue habiendo un sector de la población que asocia el lenguaje inclusivo con la destrucción del español, una revolución feminista desproporcionada y una corriente idiomática radical. Sin embargo, a pesar de ser un tópico rodeado de polémica, queremos demostrarte que no hace falta inventarse nuevos términos para hacer de nuestra comunicación un entorno más seguro e integrador.
Cuando hablamos de perspectiva de género, un error muy común es pensar que se solventan los problemas de discriminación desdoblando las últimas vocales, cuando en realidad va mucho más allá. Si hay una palabra más incluyente, que acorte el discurso, que no deje indiferente a nadie y que se acomode a tu público, ¿por qué no utilizarla?
Mejor Dirección que director y alumnado que alumnos
Veamos un ejemplo: En lugar de decir alumnos y alumnas, se puede decir alumnado. Y sí, ya hemos escuchado eso de “pero es que la palabra ‘alumnado’ es masculina”, pero lo importante no es el género de la palabra, sino el sexo que designa. “Alumnos” define a un grupo masculino, “alumnas” a un grupo femenino, y “alumnado” engloba un conjunto mixto. Otra forma de evitar el desdoblamiento es con giros o expresiones. Por ejemplo, en lugar de decir el director y la directora puedes decir la Dirección, la Gerencia, etc.
Otro aspecto muy importante que defiende el lenguaje no sexista es la ruptura de los roles de género. ¿Por qué lo destacamos? Porque es algo que está a nuestro alrededor disfrazado de mensajes subliminales y que se acentúan a través de nuestra forma de expresarnos. Como profesionales de la comunicación, estos detalles no pueden pasar desapercibidos y debemos evitarlos a toda costa. Palabras como “enfermera, doctor, chica de la limpieza y azafata”, suenan mejor que si decimos “enfermero, doctora, chico de la limpieza y azafato”; aunque todas sean correctas. Inconscientemente hemos interiorizado conductas, ideologías, gustos, trabajos o estudios que asociamos a mujeres y a hombres por separado. Cuando realizamos una campaña de publicidad, una publicación en redes sociales o cualquier tipo de pieza informativa, es indispensable prestar atención a las ideas que promovemos sin darnos cuenta. Por ejemplo: las mujeres buscan contenido de belleza y dietética, mientras que los hombres leen contenido deportivo y de bricolaje.
Estos pequeños cambios no modifican la intención del mensaje, pero le dan un carácter más abierto. Es complicado dar el primer paso y ajustar el lenguaje que utilizamos a diario, pero en pleno siglo XXI no podemos quedarnos atrás. Esto es especialmente importante en el sector de la comunicación, ya que debemos adaptarnos al entorno con flexibilidad y profesionalidad, atendiendo siempre a las necesidades y actualizaciones de la sociedad.
Pero ¿cómo puedo aprender más sobre mi relación ideológica-discursiva?
Puedes realizar cursos de formación que acrediten de manera legal tu grado de experiencia en la comunicación de género, como por ejemplo los cursos de la Escuela Virtual de Igualdad (EVI), que colabora con el Ministerio de Igualdad y el Instituto de las Mujeres. Pero, sobre todo, te recomendamos leer. Leer muchísimo. Cuanto más te empapes de información sobre las diferentes opiniones respecto al lenguaje inclusivo, su contexto histórico, el camino hacia la equidad de género, sus fortalezas y debilidades, etc., mejor te sabrás adecuar a las demandas de tu target.
En Comtigo Comunicaciones somos expertas en la comunicación con perspectiva de género, así que si tienes dudas o quieres iniciar un proyecto que sea eficaz e inclusivo, no dudes en consultarnos.
